Así como los productos fitosanitarios han ido mejorando y evolucionando, haciéndose más seguros y amigables con el ambiente; de la misma manera, las técnicas de aplicación han avanzado y se han ido tecnificando para lograr aplicaciones más eficientes cada día. Es por esto que, al momento de realizar una aplicación con productos fitosanitarios, es indispensable conocer las técnicas y tecnologías de aplicación que existen a fin de realizar la aplicación de la mejor manera posible. De lo contrario la aplicación podría no ser eficaz y generar la indeseada deriva. Se llama “deriva” a todas aquellas gotas que no alcancen el objetivo y constituye una pérdida de producto, reduciendo la eficiencia de la pulverización así como puede generar efectos indeseados en el ambiente. La deriva puede ocurrir tanto durante la aplicación, como después, en el caso de productos volátiles.
En general puede decirse que la deriva está influenciada por 4 factores:
> Características de la pulverización (tamaño de gotas)
> Técnica de aplicación y equipos empleados.
> Condiciones ambientales al momento de la aplicación
> Habilidad del operador.
Existen dos tipos de deriva, una es conocida como ENDODERIVA. Esta ocurre a pocos metros del lote y se produce debido al escurrimiento de la gota o depósito de ella sobre el canopeo, en el caso que este no sea el objetivo. En general este tipo de deriva es producido debido al uso de gotas extremadamente grandes, donde las mismas no se esparcen adecuadamente en el lote y se mantienen sobre el canopeo o caen al suelo. Este es el caso de utilizar gotas demasiado grandes, por ejemplo, para la aplicación de insecticidas. Sin embargo, es importante remarcar que el uso de gotas medianamente grandes no sería inadecuado en el caso de aplicar fungicidas o herbicidas sistémicos.
Por otro lado, la EXODERIVA ocurre en general cuando se utilizan gotas pequeñas aplicadas con vientos mayores a los recomendados para una aplicación (mayores de 15km/h). Esta deriva puede generar daños en cultivos adyacentes así como afectar la seguridad de personas cercanas. Este tipo de deriva también puede ocurrir al aplicar productos volátiles con condiciones climáticas no recomendadas, siendo temperaturas mayores a 25ºC y humedades relativas inferiores al 50%.
A fin de evitar que ocurra, siempre se deberá utilizar maquinaria en condiciones adecuadas para realizar aplicaciones con productos fitosanitarios. Esto se logra controlando que los picos no se encuentren obstruidos ni resecos y verificando también la presión adecuada a utilizar y las boquillas (factores que incidirán en el tamaño de las gotas generadas). Asimismo, es importante que la calibración de la máquina sea realizada por un operario capacitado, que conozca la misma y sepa adecuarla a fin de poder aplicar la dosis correcta, de acuerdo a lo que indique la etiqueta del producto a utilizar. En cuanto a la calibración, además de controlar la presión, es también importante la altura del botalón, ya que una posición del mismo demasiado alta aumenta el riesgo de que ocurra la deriva del producto.
Es recomendable también en algunos casos recurrir a aditivos o coadyuvantes que ayudan a que la aplicación sea eficaz. Por ejemplo los antievaporantes, que ayudan a reducir las pérdidas por volatilización.
Por último, y no menos importante, es siempre fundamental respetar las condiciones climáticas adecuadas al momento de realizar una aplicación: temperaturas menores a 25ºC, HR entre 45 y 65% y vientos entre 5 a 15km/h. Cuando las mismas no sean las observadas en el lote, bajo ninguna circunstancia se deberá llevar a cabo la aplicación.
La aplicación de productos fitosanitarios constituye una técnica de alta tecnificación, donde conocer las tecnologías disponibles así como las recomendaciones adecuadas para realizar una aplicación definirán si las misma será o no eficiente. Realizarla de la manera correcta, siguiendo las recomendaciones de la etiqueta de los productos y contar con un profesional idóneo al momento de llevarla a cabo, nos permitirá realizar aplicaciones responsables y eficaces.