Control y cuidado de la biodiversidad
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➜ El rol de los polinizadores
Los ecosistemas agrícolas cuentan con una amplia diversidad de organismos que contribuyen a su productividad y sostenibilidad. Entre ellos están los polinizadores, que son animales que transportan el polen de las partes masculinas de las plantas a las femeninas, asegurando así la formación de frutos y/o semillas.
La gran mayoría de las especies de plantas floríferas sólo producen semillas si los animales polinizadores han transportado previamente el polen a sus flores. Si este servicio no se realizara, muchas especies vinculadas entre ellas y muchos procesos del ecosistema desaparecerían.
El mantenimiento e incremento de las cosechas de cultivos, por medio de una conservación y gestión más adecuadas de los polinizadores reviste una importancia decisiva para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y el aumento de los ingresos agrícolas.
Son más de 200.000 especies de plantas floríferas que dependen de la polinización, es decir que aproximadamente el 80% de estas especies son polinizadas por animales, principalmente insectos. Existen aproximadamente 20.000 especies de abejas (Hymenoptera: Apidae) y junto con las polillas, moscas, avispas, escarabajos y mariposas, constituyen la mayor parte de este grupo. Entre los polinizadores vertebrados se incluyen los murciélagos, los mamíferos que no vuelan (varias especies de monos, roedores, lémures, ardillas, olingos y kinkajús) y las aves (colibríes, pájaros sol, y algunas especies de loros).
Fuente: Seamos Bosques
En los ecosistemas agrícolas, los polinizadores son vitales para la producción frutihortícola y forrajera, así como para la producción de semillas destinadas al cultivo de raíces y fibras.
➜ Corredores Biológicos
Cuando se evalúa un ecosistema, se analiza su paisaje y las especies de plantas, insectos y mamíferos que lo componen.
La intensificación de la agricultura ha permitido incrementar los rendimientos mediante la adopción de nuevas tecnologías y el mayor uso de insumos. Sin embargo, durante las últimas décadas, también se ha observado una disminución en la biodiversidad en los agroecosistemas.
Los corredores biológicos, o refugios de la biodiversidad (CONICET – FAUBA – Syngenta), son áreas en las que se deja crecer la vegetación espontánea con el propósito de proveer hábitats y fuentes de alimento a la vida silvestre y mantener, así, la diversidad biológica. Además, estos espacios no cultivados facilitan el movimiento de numerosas poblaciones de flora y fauna nativas, al servir de conexión entre los distintos hábitats presentes en los paisajes rurales.
Estas superficies se destinan a aquellas zonas del campo que no suelen sembrarse, como los bordes de alambrados, esquinas o bordes de los lotes, zonas de bajos inundables, que no se siembran y proveen de servicios ecosistémicos, manteniendo la vida de distintas especies entre ellas polinizadores, como abejas y mariposas.como para la producción de semillas destinadas al cultivo de raíces y fibras.
➜ Manejo Integrado de Plagas (MIP)
El concepto de Manejo Integrado de Plagas, de acuerdo con la definición de FAO, abarca dos ideas:
➜ 1. Compatibilizar las técnicas y métodos para disminuir la dependencia del control químico, y evaluar la posibilidad de implementar otras estrategias de manejo de plagas.
➜ 2. Mantener las poblaciones de plagas por debajo de los niveles de daño económico. Esto lleva implícito un concepto de Plaga más dinámico, donde un organismo, sea insecto, maleza y/o enfermedad, pasa a ser una plaga sólo si su población está provocando efectivamente un daño económico al cultivo.
Una de las estrategias es el control biológico por conservación, que presupone la existencia de un ambiente externo a los cultivos capaz de proveer condiciones ambientales y recursos para sostener una población de potenciales enemigos naturales que puedan ser aprovechados dentro del sistema productivo.
Un uso indiscriminado e innecesario de productos fitosanitarios, puede agravar el problema de las adversidades. Esto se debe a que el uso reiterado de un mismo producto o familias de productos fitosanitarios sea este de origen químico o biológico, promueve poblaciones con mayor proporción de genes de resistencia, resultando cada vez más difícil su control y debiendo utilizar cada vez más producto.
¿Cuáles son las estrategias de manejo?
Las principales estrategias son:
➜ PREVENCIÓN:
Consiste en mantener una plaga de manera que no se convierta en un problema, ya sea evitando su introducción desde otros países o evitando su dispersión a otras zonas del país.
➜ SUPRESIÓN:
Consiste en la reducción del nivel poblacional de la plaga, o de daño, a un nivel aceptable de manera que no ocurran pérdidas económicas para el productor. Entre algunas medidas de supresión podemos mencionar la aplicación de productos fitosanitarios.
➜ ERRADICACIÓN:
Consiste en la eliminación plena de una plaga en su área. Los gobiernos pueden emprender programas de erradicación usando diferentes métodos como, por ejemplo, liberaciones de machos estériles, barreras fitosanitarias, restricciones al movimiento de productos que pueden ser hospederos de las plagas, u otros procedimientos. Tales esfuerzos, si son logrados, obvian la necesidad de manejar la especie.
Métodos de Control de Plagas:
Los métodos de control que encontramos en el Manejo Integrado de Plagas son los siguientes:
➜ CONTROL CULTURAL:
Son las prácticas de cultivo que crean condiciones desfavorables al desarrollo de la plaga, y favorables al desarrollo del cultivo.
Ejemplo: Planificación productiva que incluye manejo sustentable del suelo, selección de variedades resistentes, ajuste de fechas de siembra, rotación de cultivos, consociación de cultivos, control de malezas, actividades sanitarias, entre otras.
➜ CONTROL FÍSICO/MECÁNICO:
Este se refiere al uso de factores, tales como calor, frío, humedad, energía, labranzas, a mano y/o sonido.
Ejemplos:
➜ Tratamiento con agua caliente y/o calor solar (solarización). Es común para tratar semillas y semilleros.
➜ Calor para el control de nematodos colocando plásticos sobre el terreno.
➜ Exclusión de los insectos y otros animales por medio de las barreras y otros dispositivos.
➜ Uso de implementos agrícolas, como arados.
➜ CONTROL BIOLÓGICO:
Consiste en la acción de enemigos naturales contra insectos, microorganismos y malezas. Un ejemplo de esto son los bioinsumos.
¿Qué son los bioinsumos?
Cuando hablamos de bioinsumos de uso agropecuario, nos referimos a todo aquel producto fitosanitarios de origen biológico que consista o haya sido producido por microorganismos (hongos, bacterias, virus, etc.) o macroorganismos (artrópodos benéficos), extractos de plantas o compuestos bioactivos derivados de ellos.
➜ CONTROL LEGAL:
Esto se refiere a leyes que emite el gobierno para evitar la introducción o dispersión de una plaga o enfermedad que existe en otro país, u otra área dentro del mismo país. Algunas de estas medidas cuarentenarias son las barreras fitosanitarias que se pueden establecer en puertos, aduanas y aeropuertos.
➜ CONTROL GENÉTICO:
Este método de control de plagas es empleado para incrementar la resistencia de los cultivo a las plagas, o bien con la introducción de genes que hace más susceptible a la plaga.
➜ CONTROL QUÍMICO:
Es el uso de productos fitosanitarios de síntesis química. Este método de control presenta como principal característica la rapidez y efectividad en el control de plagas. Todo control químico requiere de un diagnóstico y emisión de receta fitosanitaria por parte de un ingeniero agrónomo (en cumplimiento de las legislaciones provinciales que correspondan).
El éxito del control químico requiere buen criterio para decidir qué producto usar, la forma de aplicación, el momento y la oportunidad realizar el tratamiento.
Estas decisiones exigen conocimientos sobre las características de los productos, los equipos de aplicación, las plagas y la planta/cultivo y las condiciones climáticas en el momento de la aplicación.