Por Ing. Agr. Federico Elorza
Coordinador Técnico de Casafe
Resistencia a los Fitosanitarios
La evolución es un proceso continuo que ocurre en respuesta a la presión de selección. Esta puede ejercerse de distintas maneras como, por ejemplo, mediante el uso de productos fitosanitarios que puede conducir a la disminución de la susceptibilidad de una población de una plaga (insectos, malezas y/o enfermedades) a un tipo de agroquímico que anteriormente era efectivo para controlar esa plaga. Esto se describe como el desarrollo de la resistencia. El tipo de fitosanitario esta descripto por su “Modo de Acción” (MoA). El uso reiterado de un mismo producto fitosanitario o diferentes productos con el mismo MoA, dará lugar a la misma presión de selección sobre la plaga, acelerando así la aparición de la resistencia.
El desarrollo de la resistencia es un enfoque crítico para la industria de protección de cultivos. La reducción del control de plagas debido al desarrollo de la resistencia conduce a una reducción de los rendimientos de los cultivos y, a menudo, mayores costos a medida que los productores aplican más agroquímicos en un esfuerzo por obtener cierto control de la adversidad, con el potencial riesgo de generar un prejuicio tanto a la salud de las personas como para el ambiente. En grandes áreas, esto puede tener un gran impacto en la cosecha y el ingreso anual del productor, que puede continuar en temporadas posteriores si un productor o ingeniero agrónomo no identifica y utiliza un producto con un Modo de Acción diferente.
Los académicos y expertos de la industria están de acuerdo en que las aplicaciones secuenciales, o la aplicación de mezclas de productos con diferentes MoAs eficaces, son estrategias clave para retrasar la aparición de la resistencia a las plagas. Sin embargo, para aquellos que están usando y comprando el agroquímico, a menudo no está claro que constituye un producto con un MoA diferente. A veces se comete un error al comprar un producto que, aunque tiene un nombre diferente y puede ser producido por una empresa diferente, tiene de hecho el mismo MoA que el producto que el usuario planea usar de forma secuencial.
Presentación clara del modo de acción
Los Comités de Acción de Resistencia (Herbicidas-HRAC, Fungicidas-FRAC, Insecticidas-IRAC) han identificado fitosanitarios con el mismo MoA y han otorgado a cada MoA una clasificación simple. Abogan por que esta clasificación se incluya en una etiqueta de los productos para que los usuarios, a simple vista, puedan determinar el MoA del producto que están comprando y si es diferente al utilizado previamente, en caso de necesitarlo.
Mediante el suministro de información sobre el manejo de la resistencia, el usuario del producto puede usar la referencia en las etiquetas donde se muestra el MoA para desarrollar una estrategia de uso de agroquímicos que abordará el problema de una plaga preestablecida resistente a estos o evitará el desarrollo de la resistencia a su uso.
El beneficio de esto es un mejor manejo de plagas y mejoras posteriores en la calidad y cantidad de rendimientos. Además, mantiene la eficacia de los agroquímicos, asegurando que haya una mayor gama de productos apropiados para el control de plagas en el mercado y disminuyendo, en consecuencia, la cantidad de aplicaciones que se deben realizar.
Voluntario u Obligatorio
A nivel internacional, las compañías miembros de CropLife International se han comprometido voluntariamente a insertar el etiquetado de MoA en sus etiquetas para el año 2023. Sin embargo, Argentina, luego de Australia, ha sido el pionero a nivel mundial en realizar esto de manera obligatoria, teniendo una normativa publicada por el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) en mayo de 2014 (Resolución 367/2014). Esta regula el etiquetado de los Modos de Acción de los fitosanitarios, teniendo las compañías de agroquímicos que colocar cual es el MoA en la parte superior de la etiqueta, a través de un código. Este código es el de los grupos de Resistencia que existen a nivel mundial y que pertenecen a CropLife International. Fueron creados hace varios años en Argentina y funcionan de manera coordinada entre la industria, los reguladores, la academia y el sector productivo para impulsar y promover el uso responsable de los productos fitosanitarios con el fin de retrasar la aparición de la resistencia, por un lado, y de brindar herramientas de manejo de la misma en caso de que esta ya exista.
Estos códigos pueden visualizarse e interpretarse a través de la resolución citada previamente, o ingresando a las páginas web de los grupos de resistencia a insecticidas grupo IRAC Argentina (irac-argentina.org), de herbicidas HRAC Argentina (hrac-argentina.org) y/o de fungicidas FRAC Argentina (frac-argentina.org), o través de la web de CASAFE (www.casafe.org).
Sin que toda la industria proporcione información de etiquetado de MoA, no se pueden evitar los problemas del desarrollo de resistencia. Este esfuerzo de la industria promueve el uso responsable de agroquímicos, una parte fundamental de las Buenas Prácticas Agrícolas.