El desarrollo de la producción agrícola no puede estar aislado de otras actividades productivas del país, por ese motivo es que el trabajo interinstitucional que realizamos como Cámara, al integrar otras organizaciones, nos permite mancomunar esfuerzos en pos de la seguridad alimentaria, acompañando los cambios sociales y las exigencias de los consumidores.
Participar activamente de otras instituciones nos da acceso a compartir experiencias y conocimientos, corregir errores, actualizarnos, informarnos y conocer otras opiniones, que poco a poco nos lleven a un lugar de convergencia para establecer un camino en conjunto.
Una de esas instituciones que nos han permitido crecer en el tiempo es la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias (Red BPA), que al estar integrada por más de 90 entidades públicas y privadas es de las organizaciones más federales que existen en el país y un caso de éxito organizacional de la Argentina.
La Red, que nació allá en los inicios de 2014 y que tiene por objetivo contribuir al desarrollo sostenible de la Argentina promoviendo las buenas prácticas agropecuarias junto a la comunidad. Ya cuenta con más de 14 comisiones y grupos de trabajo que tienen su agenda propia y sus misiones específicas, más mesas regionales que son transversales a todas las áreas de aplicación.
El primer caso de éxito de la Red fue el nodo Córdoba, que nació como una mesa regional de la institución pero que luego evolucionó en el Consejo Consultivo del Programa Provincial de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPAs), convirtiéndose así en uno de los órganos de aplicación de una política pública.
Esa unión entre el programa BPAs creado en 2017 por el ministerio de Agricultura y Ganadería provincial a cargo de Sergio Busso y la actividad constante del Consejo Consultivo, decantó en que a fines de 2019 Córdoba sea la primera y única provincia de nuestro país con una ley de Buenas Prácticas Agropecuarias (N° 10.663).
Siguiendo el ejemplo de Córdoba, en Santa Fe y Buenos Aires, y gracias al trabajo en conjunto entre las mesas regionales de la Red y las respectivas autoridades, se oficializó en marzo de este año la implementación del Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias para productores e instituciones de cada provincia.
En ese mismo mes, en la provincia de Entre Ríos ingresó a la Comisión de Legislación Agraria y Tierras el programa provincial de BPA presentado por el Ministerio de Producción, que espera su pronta aprobación.
Si consideramos que la región pampeana en el primer semestre de 2021 generó el 79,3% de las exportaciones totales de nuestro país, y donde los productos agroindustriales acapararon el 74,6% del total de las ventas (datos INDEC), se puede comprender la importancia que significa a nivel país que cuatro de las cinco provincias que integran esa región cumplan y fomenten la producción sustentable de alimentos.
En sus inicios la Red era estrictamente de Buenas Prácticas “Agrícolas”, pero el pronto éxito de la mesa de trabajo generó que diferentes actores productivos del país quisieran ser parte. De esta manera, rápidamente el concepto giró a “Agropecuarias”.
Hoy en día, y para entender el alcance del progreso, las comisiones de Lechería y Ganadería han generado documentos científicos y técnicos de referencia para que los productores puedan medir su propia huella de carbono, así como también promover programas públicos provinciales y nacionales.
Un detalle no menor a destacar de la Red es que además de la larga lista de instituciones privadas nacionales e internacionales que la integramos, también forman parte los ministerios nacionales de Salud; Ambiente y Desarrollo Sostenible; y Agricultura, Ganadería y Pesca.
Esto significa que cuando la Red redacta una manual, acerca un proyecto de ley u ordenanza municipal, realiza una capacitación, etc., los documentos generados tienen el aval y participación de las autoridades de competencia más importantes del país, que aseguran de esta manera cumplir con todos los requisitos de la sociedad.
Con este mismo objetivo y compromiso con el que integramos la Red BPA, formamos parte de otras organizaciones como CropLife, IRAM, Bolsa de Cereales, Solidagro, Maizar, Acsoja y muchas más, para que lograr una agroindustria cada vez más sustentable deje de ser una recomendación y se convierta en un hecho.